Hoy soy (y estoy) Negro
La cosa va de colores. El fin de semana arrancó muy bien. El sábado me sentía un poco verde y me acordé de Kevin (Spacey, para ser exactos) en su memorable secuencia de American Beauty. Puesto que estaba solo en casa y el día lo aconsejaba, me cerré en el baño y hablé largo y tendido con mi rabo. Le conté que era jornada de reflexión y que, en estos casos, nada mejor que charlar con uno mismo. Le insinué, ante su obstinada reticencia, que no sabía muy bien si lo del domingo eran elecciones o erecciones y así conseguí arañarle una sonrisa. Me entendió a la perfección y nos dejamos llevar por unos minutos de meditación preelectoral.
Con el calentón mitigado y el cerebro despejado, decidí hacer esas pequeñas gestiones que uno arrastra durante toda la semana y para las que nunca encuentra suficiente tiempo. Pero una vez en la calle, vete tú a saber por qué ocultas y misteriosas razones, me quedé en blanco y no supe muy bien qué hacía un tipo como yo, en calzoncillos, frente al pequeño ultramarinos de mi barrio. Sigo sin saberlo.
Regresé algo aturdido a casa, convencido de que todo esto era producto de los acontecimientos previos a la cita con las urnas del domingo. Y me propuse pasar el resto del día entre las cuatro paredes del comedor.
Sólo una llamada podía sacarme de mi letargo televisivo. Llevaba casi dos horas haciendo zapping y mirando de reojo como el sol se apoderaba de mi alma. No me lo pensé dos veces: salí con el bañador y la toalla pero me dejé, con las prisas, la crema protectora. A media tarde, como era de esperar, regresé a casa rojo. Muy rojo.
Esa noche quedé con amigos con la intención de ponerme morado. De todo: de follar, de comer y de beber. Pero, cuando ya amanecía, me desplomé en la cama, borracho, sin blanca y, por supuesto, sin echar el ansiado polvo. Y todo esto, en día de elecciones. Hay que joderse.
Hoy, sin embargo, ¡menudo marrón! Cuando he abierto el diario y he visto como el azul domina todo el mapa político municipal y autonómico, me he puesto negro. Negrísimo.
Al borde del suicididio...
ResponderEliminarque verguenza me da.
sí, Fer, la cosa está mu mu mu malita....
ResponderEliminarNos vamos a vivir a la tundra?
ResponderEliminar¿No hay algún lugar un poco más lejano? La tundra, visto lo visto, me parece que está a tiro de piedra. ¿Qué tal a un satélite de Jupiter? Dicen que han descubierto uno en el que no se vive tan mal....
ResponderEliminarfet
ResponderEliminarpues yo me siento BLANQUIAZUL... EL DEPORTIVO DE LA CORUÑA GANADOR DE DOS COPAS DEL REY, UNA LIGA, SEMIFINALISTA DE CHAMPIONS, EN LA ELITE DURANTE MUCHOS AÑOS, Y DESPUES DE 2O AÑOS.....SE ME HA IDO A SEGUNDA, Y ESTOY MUY TRISTEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE......Y A QUE NO SABES A QUIEN ODIO CON TODA MI ALMA......EUREKA!!! AL VALENCIA ESE EQUIPO QUE SE DEJÓ COMPRAR EN EL 94 Y EL OTRO DIA CON UNA PLAZA DE CHAMPIONS ASEGURADA NO TUVO PIEDAD ....AH PERO ...TU ERAS DEL BARCA NO??'
ResponderEliminareooo
ResponderEliminarno hace falta que pongas anónimo...querido deibid, deivid o davit o daviz.......
ResponderEliminareooooo, eooooo, eooooo..... espero que chicarrito y compañia os metan una buena tunda.
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ResponderEliminarNo sé si nos meterán una tunda pero tú y los tuyos lo veréis desde el pozo de Segunda. Ja, ja, ja
ResponderEliminarAsi me gusta dando la cara, hay que ser valiente y cuando se dicen tonterias poner el nombre mon cherie.... con un poco de suerte yo y los mios volveremos... no te quepa la menor duda... hay gente de segunda que siempre seran de primera , pero hay gente de primera que siempre seran de cuarta regional.
ResponderEliminarbesiños
Por cierto.... de que color era tu calzoncillo...... no , no me lo digas....
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