Hoy Soy Alessandro Pluchino
Acabo de ganar el Nobel.... el IG Nobel para ser más exactos. Al frente de un equipo de la Universidad de Catania (Italia) he demostrado matemáticamente que las organizaciones serían más eficaces si ascendieran a sus miembros al azar. Y por este hallazgo me he llevado el gato al agua en el apartado de Gestión de Empresas, uno de los premios que cada año reconoce la decena de investigaciones científicas más sorprendentes y absurdas (por llamarlo de alguna manera) del planeta.
No, el IG Nobel no es una coña, aunque lo pueda parecer. Algo de guasa sí que hay detrás de este evento que cada mes de octubre, desde hace ya dos décadas, impulsado por la Universidad de Harvard, rastrea entre los descubrimientos más inverosímiles para premiar aquellos logros que hacen que la gente primero se ría y luego piense. Unos premios que desean celebrar lo atípico, exaltar lo imaginativo y estimular el creciente interés por la tecnología y la ciencia en general. De hecho, el propio nombre - ig nobel- es una parodia de ignoble (en castellano, innoble), es decir todo aquello que denota bajeza, vileza o mezquindad.
Pero volvamos por un instante a mi premio, del que, lógicamente, me siento profundamente satisfecho. Lo que he venido a decir es que si la selección de personal la realizase a dedo un mono de circo en lugar de los directivos de las empresas, los mandamases de las multinacionales o los ejecutivos de las grandes marcas, posiblemente los resultados operativos empresariales serían mucho mejores. En otras palabras: si hubiéramos confiado en una primitiva, en el juego de la pajita más larga, en un boleto de lotería o en el infalible piedra,papel,tijera posiblemente nos habríamos evitado sufrir en primera persona cómo decenas de ineptos han movido durante años, con muy poca fortuna, los hilos de las finanzas mundiales hasta dejarnos literalmente en bragas (o calzoncillos).
La bolita del Bingo, ¿dónde estaba la bolita cuando más la necesitábamos?
Es ignoble que los bancos, dirigidos por una panda de corruptos, se hayan hecho de oro. Joder, que esto no es un pozo sin fondo. Yo, llevo casi un año sin trabajar.... por qué no ponen estos premios también en este país??
ResponderEliminar¿el tipo este de gafas de sol es el que ha inventado esta teoría chorra? pero si parece uno de los "vigilantes de la playa". No me lo imagino en una universidad inventando teorías marcianas, ja, ja, ja
ResponderEliminarPues sí, parece salido de una peli de star treck pero es la mente pensante ganadora del ignobel. Lo que son las cosas.....
ResponderEliminarTiene su lógica: si se deja que actúe el azar se "desactiva" la influencia de los enchufes, el pelotilleo, el compadreo y todas esas cosas que nadie reconoce (algunos de los beneficiados incluso exclaman muy dignos "no le debo nada a nadie") pero que vemos dia a dia en la empresa privada, en la administración... Y luego esos gestores tan desastrosos...son los que nos hablan de la necesidad de aumentar la productividad...y despues de hacerlo fatal se llevan bajo el brazo una buena indemnizacion ... y a los "curritos" igual los mandan a un ERE para que lo subvencionemos todos (el Estado o sea los españolitos todos) porque ...claro... en la empresa no hay dinero... Lumbreras...Y luego dicen que son tontos...
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