Hoy Soy Ánima
Mis papás me quieren mucho. Me cuidan, se preocupan por mí, me colman de regalos, me visten, bañan, asean y llevan cada mañana a un exclusivo colegio a las afueras de Seúl para garantizarme un futuro prometedor. Son, sencillamente, unos padres ideales.
Desde hace tres meses, la especial atención que me han dedicado las 24 horas del día ha llegado a sobrecogerme. Han velado por mi bienestar emocional y físico con una fe inquebrantable, propia de unos progenitores dedicados en cuerpo y alma a su hija única. Puedo asegurar, sin error a equivocarme, que su actitud ha sido modélica, casi conmovedora.
He de confesar en este punto un detalle: soy virtual. Desde la otra orilla, sentados frente a la pantalla del ordenador, mis padres han dedicado todas las horas del mundo a hacerme feliz. Sin embargo, desde hace unos días nadie se ha estado preocupando de mi evolución. Preocupada por esta súbita desatención, he tratado de averiguar de inmediato qué narices ha pasado a mis papás de carne y hueso, esa modélica pareja que se ha desvivido por colmar todas mis expectativas vitales...aunque fueran digitales.
Supe algo de ellos cuando me crearon virtualmente: él tiene 41 años y ella 25. Ambos viven en Corea del Sur y desde hace un tiempo están desempleados, lo que me permitió comprender las razones por las que me dedicaban tantas horas diarias.
La realidad, no obstante, ha sido demoledora. Acabo de enterarme de que tenían otro hijo. Un bebé de carne y hueso al que desatendieron hasta el extremo de provocarle la muerte por desnutrición. En sus tres meses de vida, el pequeño engordó sólo doscientos gramos mientras yo me hinchaba a pastelitos y chucherías digitales. Mis padres están ahora entre rejas y yo soy consciente de que dentro de poco también moriré. Pero mi fallecimiento no será agónico.
Desde este lado de la pantalla no dejo de pensar en ese bebé que falleció una noche mientras su padres biológicos, paradójicamente, se preocupaban por mi futuro. Vida y muerte. Ficción o realidad. Una línea cada vez más frágil.
Desde hace tres meses, la especial atención que me han dedicado las 24 horas del día ha llegado a sobrecogerme. Han velado por mi bienestar emocional y físico con una fe inquebrantable, propia de unos progenitores dedicados en cuerpo y alma a su hija única. Puedo asegurar, sin error a equivocarme, que su actitud ha sido modélica, casi conmovedora.
He de confesar en este punto un detalle: soy virtual. Desde la otra orilla, sentados frente a la pantalla del ordenador, mis padres han dedicado todas las horas del mundo a hacerme feliz. Sin embargo, desde hace unos días nadie se ha estado preocupando de mi evolución. Preocupada por esta súbita desatención, he tratado de averiguar de inmediato qué narices ha pasado a mis papás de carne y hueso, esa modélica pareja que se ha desvivido por colmar todas mis expectativas vitales...aunque fueran digitales.
Supe algo de ellos cuando me crearon virtualmente: él tiene 41 años y ella 25. Ambos viven en Corea del Sur y desde hace un tiempo están desempleados, lo que me permitió comprender las razones por las que me dedicaban tantas horas diarias.
La realidad, no obstante, ha sido demoledora. Acabo de enterarme de que tenían otro hijo. Un bebé de carne y hueso al que desatendieron hasta el extremo de provocarle la muerte por desnutrición. En sus tres meses de vida, el pequeño engordó sólo doscientos gramos mientras yo me hinchaba a pastelitos y chucherías digitales. Mis padres están ahora entre rejas y yo soy consciente de que dentro de poco también moriré. Pero mi fallecimiento no será agónico.
Desde este lado de la pantalla no dejo de pensar en ese bebé que falleció una noche mientras su padres biológicos, paradójicamente, se preocupaban por mi futuro. Vida y muerte. Ficción o realidad. Una línea cada vez más frágil.
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ResponderEliminar( diez estrellas es la máxima clasificación virtual que se da a los mejores blogs que circulan por la red.)
Tu no eres virtual verdad...???
Ja, ja, ja, no, soy real. Thanks, anyway
ResponderEliminarTU refelxion de hoy ...encierra tantas cuestiones.... a veces me pregunto si todos vamos camino de convertirnos es seres virtuales....todo el dia dandole a la tecla, como decia Maruja torres el otro dia en su maravilloso artículo, donde estan aquellas lágrimas que caian en la tinta al escribir una carta???, las emociones virtuales son dificilmente transmisibles, por eso a veces los mensajes escritos en un ordenador encierran tantos equivocos, quieres ser gracioso.... y resultas impertinente, quieres ser correcto.. y resultas antipatico, debemos volver al papel y al lapiz, y a las pinturas alpino, y al vinilo, y a... ser un poco mas "humanos",
ResponderEliminarSi Nico, el blog de hoy es para la reflexión. Mas que nunca, necesito comentarios como el tuyo. Me he querido desmarcar un poco para controlar parte de mi estado de animo. Da para mucho
ResponderEliminarno se.....no se....., no lo tengo muy claro, la foto del perfil es muy sospechosa..... no serás un diseño de nintendo , programado para ejecutar blogs geniales''???
ResponderEliminarestas bien????.....
ResponderEliminarTu blog de hoy me ha dejado K.o, y algo inquieta...., creo que a veces la tecnologia es espantosa... otras estupenda, pero cuando muestra esta otra cara ...da mucho miedo y tristeza, sobre todo tristeza... creo que la adiccion a las tecnologias es algo que en breve va a ser algo serio...pero bufff, en cierto modo es una metáfora de algo que estña ocurriendo ,,, yo creo que hay gente que se le esta olvidando el calor humano, el beso, el abrazo, la voz....aggggggg, deibid!!!somos reales ???? o en realidad no existimos=???
esto da para mucho... es cierto.... yo creo que en el fondo somos todos seres virtuales, alguien nos ha diseñado ....
ResponderEliminary bueno ni que decir tiene que yo me enamoro siempre de mujeres que solo existen en mi imaginacion...ja,ja,ja
Hoy tenia frio..pero despues de leerte mucho mas. Me has dejado helada, nunca dejaras de sorprenderme. Por cierto todos somos absolutamente virtuales, con un golpe de tecla todos desaparecemos..... aunque siempre podemos resucitar, con una nueva "vida".
ResponderEliminarMe has dejado sobrecogida... ¿Cómo puede llegar a absorber tanto a una persona un juego virtual, hasta el punto de desatender a su propio hijo? Las nuevas tecnologías tienen cosas muy positivas, pero es cierto que también nos alienan, nos separan del mundo real. Del contacto físico. No sabemos nada de nuestro vecino de puerta, y en cambio, tenemos "amigos" que viven a miles de km de nosotros y a los que jamás llegaremos a conocer en persona. Extraño, no? El caso que hoy expones es extremo, pero todos, de alguna forma hemos sucumbido a los encantos de Internet y el mundo virutal. Quizá deberíamos apagar el ordenador y salir más, hablar con la gente de tú a tú. Sin barreras tecnológicas. Bonito 'Hoy soy Tú', muy conmovedor...
ResponderEliminarCreo que en nuestras vidas hay algo de ficción. Un punto de irrealidad que nos lleva al otro lado. Deseamos ser lo que no somos y cuando lo logramos, buscamos otra realidad para evadirnos. Perpetua infelicidad
ResponderEliminar"Queremos ser lo que no somos"... ésa es la clave.
ResponderEliminarHay que ser valientes...a veces la ficcion se convierte en algo muy real... y hay que tener el valor de enfrentarse a ello, os recomiendo el ultimo disco de peret: "De los cobardes nunca se ha escrito nada", hay que tener cojones para ser feliz, ( Huy !!!con lo fina que soy yo)y si en realidad no nos gusta como somos tenemos un grave problema!!!
ResponderEliminarY la tia de la foto que le veo un parecido con...... soy yooooooooooooooooooooo!!!!
ResponderEliminaril love you
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