Hoy Soy Rina Bovrisse
No vendo pañales. Ni productos adelgazantes. Ni caretas para fiestas de Halloween. Vendo lujo. Por eso me cuesta entender que me hayan puesto de patitas en la calle bajo la triple consideración de ser "vieja, gorda y fea".
Tras dos décadas prestando mis servicios en el mundo de la moda, la mitad de ellos en la central de Prada en Tokio, Davide Sesia, ejecutivo italiano de la firma, ha prescindido de mis servicios alegando estas tres razones de índole exclusivamente físico, sin entrar a valorar en ningún momento mi capacidad como gestora empresarial. Alega el señor Sesia que la imagen de Prada exige un compromiso con el aspecto físico. Pero se olvida este italiano de piel morena y pelo engominado que por encima de mis genes está mi mente.
Basta con rascar un poco en esta oxidada sociedad del bienestar para comprobar que el perfil de las compradoras de Prada se asemeja mucho más al mío que al de esas supuestas jóvenes, de edad indefinida y cintura perfecta. Mujeres entradas en años y carnes se desviven por adquirir productos de la firma, sabedoras de que con dinero podrán comprar exclusivas gafas de sol pero nunca elixires de eterna juventud. Que no se engañen los mandamases de Prada: sin ellas, sin esta colla de viejas forradas y deformadas, amantes de la ostentación y el lujo, la firma italiana haría agua por los cuatro costados.
Vieja, gorda y fea. El trío de ases de la sociedad de la imagen. La lucha diaria de las grandes firmas por convencernos de que somos lo que en realidad no somos. La voracidad de las firmas del lujo se extiende con tanta rapidez que los propios trabajadores somos tragados inexorablemente.
Sé que la próxima en caer será la señora de la limpieza. Lleva más de treinta años partiéndose cada mañana la espalda por dejar relucientes las baldosas de la tienda. Sin embargo, ayer dejó su currículum una despampanante jovencita de pechos prietos y cintura de avispa. No tiene ni idea de lo que es una fregona pero pongo la mano en el fuego de que el puesto de trabajo será suyo.
El problema de base es entender en que mundo vivimos, ese es el gran reto , el mundo se Divide en dos clases: los guapos y los feos, los tontos y los listos, luego estan subcagtegorias, los listillos, los guapines.as, estamos en un mundo en el que la imagen es lo que vale, mucho mas de lo que eres capaz de pensar, la realidad no cuenta, importa el impacto mediático, y lo que afecta a nuestras categorias mentales.
ResponderEliminarTu no debes preocuparte, tienes imagen y cabeza, no corres peligro... ademas cada dia eres alguien diferente, quien compite contra eso???
EL MUNDO DE LA MODA Y EN CONCRETO EL DE LAS MARCAS DE LUJO ES LAMENTABLE POR TODOS LOS LADOS...QUE QUIERES..??? ES LO QUE TENEMOS EN UNA SOCIEDAD TAN SUPERFICIAL E INCULTA, PRADA, VOUITTON , CHANNEL, GUCCI, DOLCE PERO QUE MIERDA ES ESA...?? ROPA FRABRICADA EN ASIA POR CUATRO DUROS VENDIDA A PRECIO DE ORO, SON PRODUCTOS PARA GENTE DESCEREBRADA....gente con bolsos de Prada que jamás habrán ido al Prado, al Museo claro, no al campo.
ResponderEliminarSi, July, eso es un chollo. Poder ser quien quieras. sólo que a veces me meto en pieles poco deseables.....
ResponderEliminarOye, Marc, me ha gustado ese símil lingüístico Prado/ Prada.
ResponderEliminar66..quedan 33..., la moda es efímera, todo pasa, todo cambia, todo se reemplaza.....
ResponderEliminarfelices fallas !!
yo nunca ponia deibid..sino deivid...en fin la vida son modas,,,
ResponderEliminar