Hoy Soy André Agassi
No me toquéis los cojones que los tengo más pelados que mi calva. ¿A qué viene escandalizarse de esta manera? Que si mis declaraciones han hecho mucho daño al tenis mundial, que si debo ser sancionado, que si me han de dar un castigo ejemplar. Vaya, vaya con estos mojigatos puritanos. Podía no haber publicado nunca mi biografía o haberlo hecho de manera parcial, recortando esa parte de mi vida. Pero no. He cogido el toro por los cuernos y he contado que me puse hasta las trancas de metanfetamina, un potente psicoestimulante sintetizado en Japón hace ahora un siglo.
Poco importa si publico "Open", mi libro autobiográfico, por dinero, por placer o porque sencillamente me sale de los huevos. Lo único cierto es que siempre acaba escandalizando a todos aquellos hipócritas que defienden la bandera de la moral frente a cualquier hipotética perversión del ser humano. ¿Sólo vale encontrar a Maradona con los ojos fuera de si tras un atracón de farlopa o a Marco Pantani definitivamente cadáver para explicar que a veces el exceso de fama y dinero nos hace más vulnerables ante los placeres de la droga? Qué coño. Yo me he adelantado y he explicado que durante un año me puse morado de "cristal" no con la intención de ganar torneos si no de ganar una batalla librada contra mi mismo. Y salí. ¿Hay alguien ahí que pueda entenderlo sin echarse las manos a la cabeza?
Eso sí, lo de jugar con peluca la final de Roland Garros en 1990 es otra historia.
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