Hoy Soy Beyoncé
De repente me encuentro en Viena, una urbe que me importa un coño si la comparamos con Houston, mi ciudad natal. Que me ponen delante a ese tal Mozart, yo les respondo que donde esté Britney Spears que se quite el sordo. Que me llevan a visitar la Ópera, les replico que no hay nada como el estadio de los Yankies de Nueva York repleto de fans gordas, hinchadas a palomitas, jaleando mi nombre. Que me llevan a comer al restaurante Sacher a probar el plato más famoso de Austria, el tafelspietz, contraataco con un Whopper, doble ración de queso y mucha mostaza. Que me llevan a un museo, acude mi doble y así les doy esquinazo.
Eso es precisamente lo que ocurrió hace escasos días en la capital austriaca: me programaron una visita al museo Albertina. Y por aquí no paso. Yo prefiero cultivar mi gran pasión: comprar trapitos. Por eso envié a un peazo negra, calco de servidora, a cubrir el marrón. Mientras los responsables del museo, uno de los más importantes del mundo, con obras de Cézanne y Picasso, se deshacían en elogios y “me” dedicaban todos los honores imaginables, yo paseaba mi culo por la principal arteria comercial de la ciudad. Que si un bolsito de Louis Vuitton, que si un pañuelo de Prada, que si....
Bajo el breve pero esperanzador título “Cultura” iniciaba Manuel Vicent un inolvidable artículo escrito hace ya casi dos décadas con la siguiente pregunta: ¿Sabría Ortega y Gasset distinguir un nabo de una zanahoria? La cultura, venía decir el escritor valenciano, es la suma de vivencias que se adquieren a lo largo de nuestra existencia. Cultura es leer a Capote pero también plantar una lechuga. Cultura es engullir un Big Mac pero, sobre todo, conocer a los grandes pintores.
No leo ni cultivo hortalizas. En cambio he desarrollado la complicada “virtud” de gastar dinero. Yo, a la que millones de jóvenes de todo el planeta toman como ejemplo, prefiero pasearme por unas galerías comerciales antes que disfrutar de una obra de Klimt. Sí, soy una inútil. Forrada, pero inútil.
y con un novio que se llama Paco.
ResponderEliminarMe gusta tu blog Petardo.