Hoy Soy Ameneh Bahrami
"Cierra los ojos durante cinco minutos y entonces me entenderás". Desde la terrible oscuridad a la que le sometió hace ya casi cinco años un desaprensivo, Ameneh defiende su derecho a aplicar la ley del Talión. Ojo por ojo, diente por diente. Así es la sharia -ley islámica.
Un día de estos viajará a Irán, su país, y quemará los ojos a su verdugo. Para eso tiene el visto bueno de la justicia iraní, que ha condenado al hombre que le tiró una jarra de ácido sulfúrico a la cara a perder la vista del mismo modo. Unas gotitas en sus ojos y asunto arreglado. Ameneh asegura que no busca venganza. "Deseo que la gente como él sepa que no puede actuar así", justifica.
Yo acabo de cerrar los ojos unos instantes. Podría haber aguantado los cinco minutos que sugiere Ameneh pero no ha hecho falta. He comprendido que lo que ella quiere decir es que la vida a ciegas es dura. Muy dura. Y aún más cuando ha tenido la oportunidad de ver el mundo durante 25 años y, de golpe, un día deja de hacerlo. Me he levantado y, entre tinieblas, he caminado unos metros sin saber muy bien a dónde iba. Y me he asustado. Me he asustado mucho.
Tienes razón, Ameneh. Este desalmado al que rechazaste en matrimonio, te ha destrozado la vida. Pero, por mucho dolor que acumules, al oírte decir "no cogeré el dinero de la indemnización pero sí sus dos ojos", sigo pensado que hay cierto olor a venganza en tus palabras.
No sé, Ameneh, estoy confuso. Por eso vuelvo a cerrar los ojos. Pero esta vez no los abriré durante un largo rato....
Eh, tío, voy a llamar a Germán.
ResponderEliminarAl leer esta noticia me quede anonadada por la sentencia que dicto dicho juez irani, yo creo que esa no es la forma de sancionar a una persona que ha cometido tal acto, sino brindarle un tratamiento psiquiatrico o prisión porque es muy peligroso que gente de ese tipo este en la calle.
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